No se si me has hechado un conjuro, lo que si se es que no puedo parar de pensar en un campo de olivares, lejano en una provincia muy olvidada por el mar.
¿Que hechizo lanzastes sobre mi? Miro a la luna y te veo, huelo una fragancia a cuadros marrones y me giro esperando encontrarte, veo dos jovenes en blanco y negro y te recuerdo como canción olvidada. No lo se lo que me has hecho, pero me da miedo mencionar tu nombre valla que no exista. No se como denominarte si angel o demonio, lo que si se es que eres mi musa, la que me hace escribir palabras labradas en nacar y plata simulando la belleza que de mis dedos se escapa. Miedo tengo a lo que puedo sentir, y mas miedo me da al pensarlo, ya que de una palabra se pueden transgiversar los sentimientos pero de un pensamiento no hay mala lengua que lo haga.
Muchas veces pienso que en otra realidad paralela haya dos personas viviendo lo mismo, y mas miedo me da pensar en el odio que les tengo por compartir mi destino. Solo decirte con lagrimas en los ojos, que espero que no se disuelva como viento disuelve a una nube y si fueras viento seria capaz de quemar mi corazon para que sus cenizas fueran acompañando el dulce balet esperando como el ave fenix, resurgir de sus cenizas para volver a quemarlo mil veces mas para que siempre estuviera al lado del viento que azota la puerta de mi pecho.
7 mares beberia para encontrar la sirena que de un cuento ha salido capaz de competir con la dulce voz que espero en susurros todas las mañanas cuando abro los ojos y no te encuentro.
Guerras han existido, pero no tan crueles como la que vive mi alma en la lejania, lagrimas de sangre han derramado pero no tan amargas como las que de mis ojos se desprenden por no saber si al mirar a la luna tu estas en otro lugar mirando la misma cara que yo.